La llegada de la Navidad trae consigo un fenómeno fascinante: el despertar de nuestro lado más solidario. En estas fechas tan especiales, se observa un florecimiento de sentimientos altruistas y un impulso generalizado hacia el apoyo a quienes más lo necesitan. Es en este contexto que, como organización sin fines de lucro, en
Huellas nos destacamos al ofrecer una experiencia única de servicio desinteresado y calidez humana a través del
voluntariado la cual se extiende, no sólo durante el espíritu navideño, sino también, durante todo el año.
La felicidad como catalizador del altruismo durante el espíritu navideño
Numerosos estudios sobre el altruismo señalan que las personas tienden a ser más solidarias cuando experimentan felicidad. Este principio puede extrapolarse a la Navidad, ya que durante esta temporada, en general, nos rodeamos de un ambiente festivo lleno de reencuentros, decoraciones luminosas, celebraciones y regalos. La felicidad que nos envuelve en estos momentos propicia la unión y la necesidad de ayudar a los demás y pensar en el otro, ya sea a personas de nuestro entorno cercano o a aquellos desconocidos que podríamos beneficiar con pequeños gestos.
La liberación de
oxitocina, conocida como "la hormona del amor", es otra pieza clave que impulsa a las personas a pensar en el otro y realizar actos solidarios de calidez humana. Al realizar una acción altruista, experimentamos una satisfacción emocional que refuerza nuestro deseo de ayudar y difundir nuestros valores humanos. Durante el espíritu navideño, este impulso se intensifica, ya que estamos más abiertos a compartir amor y alegría con quienes nos rodean.
Las organizaciones sin fines de lucro nos constituimos como protagonistas destacados en esta temporada. Estos eventos aumentan la conciencia sobre la necesidad de contribuir, empatizar y ayudar a quienes enfrentan vulnerabilidades en nuestra sociedad. La presencia de estas acciones solidarias y valores humanos refuerzan nuestro compromiso y generosidad durante las fiestas.
Huellas y su compromiso con el espíritu navideño
En este contexto, nuestra ONG, Huellas, se presenta como un ejemplo tangible de compromiso activo y constante. Su enfoque novedoso en el voluntariado, permite que niños y adultos mayores sean protagonistas de proyectos solidarios, lo cual se alinea perfectamente con el espíritu navideño. A través de actividades que incluyen la creación de juguetes y elementos didácticos, en Huellas buscamos, no solo hacer felices a quienes reciben sus donaciones, sino también empoderar a quienes participan en el proceso.
Los sábados no son solo días de encuentro y diversión, sino también momentos donde se construyen lazos emocionales y valores humanos a través de la solidaridad y la calidez humana. Los niños y abuelos, con el apoyo de jóvenes voluntarios, participan activamente en la elaboración de proyectos que van más allá de la simple visita a instituciones.
Un claro ejemplo es nuestro más reciente proyecto “Cambiamos Vidas”, en el que entre niños, abuelos y voluntarios realizamos invitaciones de origami a quienes han enfrentado desafíos de salud mental, como el trastorno alimenticio, la depresión, entre otros; para que se unan a nuestro equipo como voluntarios. Esta iniciativa tiene el fin de crear un espacio de apoyo y comprensión donde podamos pensar en el otro, y donde las historias de fortaleza y resiliencia se convierten en inspiración.
Si bien el espíritu navideño intensifica nuestro impulso solidario, es fundamental reconocer que desde Huellas trabajamos incansablemente, durante todo el año, para mejorar la calidad de vida de miles de personas y para fomentar la importancia de los valores humanos. La conciencia de que con pequeños gestos diarios podemos hacer felices a muchas personas es un llamado a la acción constante.
La trascendencia del servicio desinteresado durante el espíritu navideño
En
Huellas nos destacamos por ofrecer una experiencia única de
voluntariado donde cada gesto, cada juego y cada sonrisa contribuyen a construir un futuro donde la tecnología no limite, sino enriquezca las vidas de las nuevas generaciones. Desde nuestra organización invitamos a jóvenes, adultos y niños a vivir la experiencia de brindar calidez humana sin esperar nada a cambio, comprendiendo que la recompensa emocional es incomparable y que no solo se limita al espíritu navideño.
Desde nuestra ONG enseñamos que el servicio desinteresado no solo beneficia al destinatario, sino que también enriquece emocionalmente al que da. El gesto de solidaridad y de pensar en el otro posee un poder transformador que se convierte en un lazo invisible entre generaciones, uniendo corazones y construyendo puentes de comprensión y empatía.